Como cada febrero, la Familia Oblata se junta para compartir «sus gozos y esperanzas, tristezas y angustias» (GS 1). Este año el encuentro tuvo lugar en La Zubia (Granada), en una casa de espiritualidad bajo el patrocinio del ya santo Juan Pablo II. Algunos de los participantes comparten con todos nosotros la experiencia vivida durante este fin de semana juntos. María José, de Málaga escribe: « Este año, como siempre, ha sido una alegría para mí poder asistir al encuentro de Familia Oblata. Un encuentro que ha sido la brújula que ha de marcarnos el camino a seguir como peregrinos de la esperanza en comunión, caminando con Jesús y hacia Jesús. Las oraciones, formaciones y actividades me han llevado a reflexionar sobre mi vivencia como laica oblata. Una de las conclusiones a las que he llegado es la necesidad de potenciar mi actitud de escucha, prestando más atención a la voz del Espíritu y las voces de los necesitados. Desde mi punto de vista, éste ha sido un encuentro muy enriquece
Desde el lunes 19 de febrero hasta el viernes 23, algo más de una treintena de Oblatos hemos participado en la formación intergenaracional, que ha tenido lugar en Roma. Un apunte de curiosidad es que la franja de edad más representada, con diferencia, ha sido la de mediana edad. Cinco oblatos provenientes del territorio español. Todas las comunidades enviaron un oblato. Nos ayudó y acompañó todo el tiempo el laico Stefano Bucci, casado, doctor en teología pastoral, especializado en el acompañamiento de cambios pastorales de realidades complejas. El tema consistía en aprender un método de cambio de paradigma que parte del tiempo presente percibido y debe ir hacia un futuro sueño visionario. Este sueño al que tender debe discernirse juntos, en la escucha de la Palabra de Dios, el Magisterio de la Iglesia, los signos de los tiempos y el carisma de nuestra Congregación. Se trataría de activar un proceso, más que de dar soluciones venidas del gobierno Provincial, que active un cambio de